¿Por qué chocan las percepciones popular y de las elites acerca de la globalización? La gente del mundo desarrollado piensa que la globalización se parece a una implacable fuerza maligna que les arrebata los trabajos bien pagados y se los lleva a lugares remotos; la gente de los países en desarrollo piensa que gatilla una conducta consumista obsesionada consigo misma, al ritmo de una privatización corrupta y la destrucción del medio ambiente. Las elites descalifican a sus oponentes como populistas sin ideas y, a su vez, se las acusa de estar alejadas de las preocupaciones de la gente común y corriente.
¿Por qué chocan las percepciones popular y de las elites acerca de la globalización? La gente del mundo desarrollado piensa que la globalización se parece a una implacable fuerza maligna que les arrebata los trabajos bien pagados y se los lleva a lugares remotos; la gente de los países en desarrollo piensa que gatilla una conducta consumista obsesionada consigo misma, al ritmo de una privatización corrupta y la destrucción del medio ambiente. Las elites descalifican a sus oponentes como populistas sin ideas y, a su vez, se las acusa de estar alejadas de las preocupaciones de la gente común y corriente.