NUEVA YORK – La crisis económica mundial va a acompañarnos durante una generación, no simplemente un año o dos, porque en realidad es una transición hacia la sostenibilidad. La escasez de materias primas y los daños causados por el cambio climático en los últimos años han contribuido a la desestabilización de la economía mundial que ha provocado la crisis actual. Unos desorbitados precios de los alimentos y los combustibles e importantes desastres naturales han desempeñado un papel importante en el socavamiento de los mercados financieros, el poder adquisitivo de las familias e incluso la estabilidad política.
NUEVA YORK – La crisis económica mundial va a acompañarnos durante una generación, no simplemente un año o dos, porque en realidad es una transición hacia la sostenibilidad. La escasez de materias primas y los daños causados por el cambio climático en los últimos años han contribuido a la desestabilización de la economía mundial que ha provocado la crisis actual. Unos desorbitados precios de los alimentos y los combustibles e importantes desastres naturales han desempeñado un papel importante en el socavamiento de los mercados financieros, el poder adquisitivo de las familias e incluso la estabilidad política.