CAMBRIDGE – A finales de agosto sucedió algo que nunca pensé que vería en mi vida. Uno de los principales responsables del diseño de políticas públicas del imperio financiero anglo-americano abogó en efecto por un impuesto Tobin -un impuesto global a las transacciones financieras.
CAMBRIDGE – A finales de agosto sucedió algo que nunca pensé que vería en mi vida. Uno de los principales responsables del diseño de políticas públicas del imperio financiero anglo-americano abogó en efecto por un impuesto Tobin -un impuesto global a las transacciones financieras.