BUENOS AIRES – Hay dos formas de mirar la majestuosamente insostenible montaña de deuda soberana de Grecia. Hay, en primer lugar, una perspectiva pragmática y de corto plazo que se centra en asegurar algún tipo de reestructuración ordenada (posiblemente también para otros estados europeos vulnerables) sin detener el funcionamiento de la zona euro. Y, hay una perspectiva "moral", que se centra en la naturaleza de la deuda y en las consecuencias económicas a largo plazo en caso de que no se la honre.
BUENOS AIRES – Hay dos formas de mirar la majestuosamente insostenible montaña de deuda soberana de Grecia. Hay, en primer lugar, una perspectiva pragmática y de corto plazo que se centra en asegurar algún tipo de reestructuración ordenada (posiblemente también para otros estados europeos vulnerables) sin detener el funcionamiento de la zona euro. Y, hay una perspectiva "moral", que se centra en la naturaleza de la deuda y en las consecuencias económicas a largo plazo en caso de que no se la honre.