MOSCU – Imaginen un loco que intenta hacerse pasar por un barón ruso del siglo XIX. Se deja crecer patillas, usa una levita larga y lleva un bastón. Cualquiera que se tope con una figura así se burlaría y la imitaría. Ahora, supongamos que el mismo loco intentara tratar a los transeúntes como si fueran sus siervos. En ese caso, correría el riesgo de recibir una golpiza, aunque tal vez unos pocos mendigos complacerían sus fantasías con la esperanza de engañarlo y sacarle su dinero.
MOSCU – Imaginen un loco que intenta hacerse pasar por un barón ruso del siglo XIX. Se deja crecer patillas, usa una levita larga y lleva un bastón. Cualquiera que se tope con una figura así se burlaría y la imitaría. Ahora, supongamos que el mismo loco intentara tratar a los transeúntes como si fueran sus siervos. En ese caso, correría el riesgo de recibir una golpiza, aunque tal vez unos pocos mendigos complacerían sus fantasías con la esperanza de engañarlo y sacarle su dinero.