CIUDAD DE MEXICO – La Cumbre de las Américas, que tiene lugar aproximadamente cada tres años, podría ser vista como el típico despilfarro latinoamericano que convoca a los jefes de Estado durante unos días, tanto al sur como al norte del Rio Grande, para pronunciar discursos interminables que no conducen a ninguna parte. Pero, de vez en cuando, la Cumbre -una iniciativa norteamericana lanzada por el presidente de Estados Unidos Bill Clinton en 1994- en realidad ayuda a llevar cuestiones clave a la mesa hemisférica.
CIUDAD DE MEXICO – La Cumbre de las Américas, que tiene lugar aproximadamente cada tres años, podría ser vista como el típico despilfarro latinoamericano que convoca a los jefes de Estado durante unos días, tanto al sur como al norte del Rio Grande, para pronunciar discursos interminables que no conducen a ninguna parte. Pero, de vez en cuando, la Cumbre -una iniciativa norteamericana lanzada por el presidente de Estados Unidos Bill Clinton en 1994- en realidad ayuda a llevar cuestiones clave a la mesa hemisférica.