La tormenta antes de la calma

OXFORD – Los bancos centrales pueden dejar de preocuparse acerca de la inflación. Es mucho más probable una deflación de los precios en el corto plazo. Sin embargo, una deflación temporal no tiene por qué ser la aterradora perspectiva que temen los banqueros centrales, al menos si el sistema bancario se recapitaliza y los tipos de interés caen abruptamente en los países industrializados.

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