La crisis financiera de hoy, desatada por el colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, también señala el fin de una era de expansión crediticia basada en el dólar como la moneda de reserva internacional. Es una tormenta mucho mayor que cualquiera que haya ocurrido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La crisis financiera de hoy, desatada por el colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, también señala el fin de una era de expansión crediticia basada en el dólar como la moneda de reserva internacional. Es una tormenta mucho mayor que cualquiera que haya ocurrido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.