Trabajo en el comité de promociones y designaciones de puestos de alto nivel de una escuela de medicina. Con los años, he llegado a reconocer algo tan perturbador como innegable: como grupo, los varones que trabajan en ciencias básicas ascienden por el comité sin problemas. Muchos trabajan en campos tan especializados que sólo tienen diez colegas en todo el mundo, la mitad de los cuales son sus mentores o fueron una vez compañeros de estudios de postgrado. Estos son los "pares", que proporcionan sin demora elogiosas cartas de recomendación que señalan que el solicitante ha logrado "reconocimiento nacional e internacional". En contraste, las solicitudes de quienes trabajan en el área universitaria clínica y las de las mujeres provocan muchas más discusiones.
Trabajo en el comité de promociones y designaciones de puestos de alto nivel de una escuela de medicina. Con los años, he llegado a reconocer algo tan perturbador como innegable: como grupo, los varones que trabajan en ciencias básicas ascienden por el comité sin problemas. Muchos trabajan en campos tan especializados que sólo tienen diez colegas en todo el mundo, la mitad de los cuales son sus mentores o fueron una vez compañeros de estudios de postgrado. Estos son los "pares", que proporcionan sin demora elogiosas cartas de recomendación que señalan que el solicitante ha logrado "reconocimiento nacional e internacional". En contraste, las solicitudes de quienes trabajan en el área universitaria clínica y las de las mujeres provocan muchas más discusiones.