LONDRES – Después de semanas de agitación financiera y económica, el debate público finalmente viró a las potenciales y horrorosas ramificaciones humanas del colapso del sistema financiero global. Las comparaciones y contrastes con la Gran Depresión de los años 1930 inevitablemente se han vuelto parte central de ese discurso –y con razón-. Es mucho lo que el mundo puede y debe aprender ahora del punto más bajo del siglo XX.
LONDRES – Después de semanas de agitación financiera y económica, el debate público finalmente viró a las potenciales y horrorosas ramificaciones humanas del colapso del sistema financiero global. Las comparaciones y contrastes con la Gran Depresión de los años 1930 inevitablemente se han vuelto parte central de ese discurso –y con razón-. Es mucho lo que el mundo puede y debe aprender ahora del punto más bajo del siglo XX.