KYIV – Desde la nevada Kyiv, he observado las exitosas revoluciones en El Cairo y Túnez con alegría y admiración. Los egipcios y los tunecinos tienen razón de estar orgullosos de su deseo de derrocar pacíficamente a sus gobiernos despóticos. Pero, como alguien que lideró una revolución pacífica, espero que el orgullo sea atemperado por el pragmatismo, porque un cambio de régimen es sólo el primer paso en el establecimiento de una democracia respaldada por el régimen de derecho. Por cierto, como mi país, Ucrania, hoy está demostrando, después de que se esfuma la euforia revolucionaria y regresa la normalidad, las revoluciones democráticas pueden ser traicionadas y revocadas.
KYIV – Desde la nevada Kyiv, he observado las exitosas revoluciones en El Cairo y Túnez con alegría y admiración. Los egipcios y los tunecinos tienen razón de estar orgullosos de su deseo de derrocar pacíficamente a sus gobiernos despóticos. Pero, como alguien que lideró una revolución pacífica, espero que el orgullo sea atemperado por el pragmatismo, porque un cambio de régimen es sólo el primer paso en el establecimiento de una democracia respaldada por el régimen de derecho. Por cierto, como mi país, Ucrania, hoy está demostrando, después de que se esfuma la euforia revolucionaria y regresa la normalidad, las revoluciones democráticas pueden ser traicionadas y revocadas.