PARÍS – Independientemente de quién triunfe en las elecciones parlamentarias alemanas de septiembre, una vez más ha llegado el momento de una gran iniciativa franco-alemana. Más allá de sus condiciones económicas o su confianza recíproca (o la carencia de ella), Francia y Alemania son más responsables que nunca del futuro, si no de la misma supervivencia, del proyecto europeo.
PARÍS – Independientemente de quién triunfe en las elecciones parlamentarias alemanas de septiembre, una vez más ha llegado el momento de una gran iniciativa franco-alemana. Más allá de sus condiciones económicas o su confianza recíproca (o la carencia de ella), Francia y Alemania son más responsables que nunca del futuro, si no de la misma supervivencia, del proyecto europeo.