MOSCÚ – La historia del régimen autoritario en Rusia muestra una cierta regularidad deprimente. Tales regímenes raramente mueren por choques externos o por presión de la oposición. Por regla general, mueren inesperadamente de algún trastorno interno –por un disgusto existencial irresistible con ellos mismos o por agotamiento propio.
MOSCÚ – La historia del régimen autoritario en Rusia muestra una cierta regularidad deprimente. Tales regímenes raramente mueren por choques externos o por presión de la oposición. Por regla general, mueren inesperadamente de algún trastorno interno –por un disgusto existencial irresistible con ellos mismos o por agotamiento propio.