SEÚL – El superciclo de los commodities (por el cual sus precios alcanzan máximos cada vez más altos y luego no descienden tanto como antes) no está terminado. A pesar de la euforia por el gas de esquisto (shale) y, de hecho, a pesar del insuficiente crecimiento de la economía mundial, los commodities se han encarecido hasta un 150% desde que terminó la crisis financiera. En el mediano plazo, esta tendencia traerá consigo una amenaza continua de inflación y un deterioro mundial de los niveles de vida.
SEÚL – El superciclo de los commodities (por el cual sus precios alcanzan máximos cada vez más altos y luego no descienden tanto como antes) no está terminado. A pesar de la euforia por el gas de esquisto (shale) y, de hecho, a pesar del insuficiente crecimiento de la economía mundial, los commodities se han encarecido hasta un 150% desde que terminó la crisis financiera. En el mediano plazo, esta tendencia traerá consigo una amenaza continua de inflación y un deterioro mundial de los niveles de vida.