WASHINGTON, D.C. – Reordenar las tumbonas de cubierta no habría salvado al Titanic, como tampoco los inacabables debates sobre la forma de la mesa en las negociaciones sobre Vietnam propiciaron avances en el intento de poner fin a aquel maligno conflicto. No obstante, muchos presidentes americanos han logrado reformar con audacia las conversaciones con adversarios para fortalecer la seguridad nacional sin recurrir a la guerra. Semejante audacia es necesaria ahora en las negociaciones sobre el programa nuclear del Irán.
WASHINGTON, D.C. – Reordenar las tumbonas de cubierta no habría salvado al Titanic, como tampoco los inacabables debates sobre la forma de la mesa en las negociaciones sobre Vietnam propiciaron avances en el intento de poner fin a aquel maligno conflicto. No obstante, muchos presidentes americanos han logrado reformar con audacia las conversaciones con adversarios para fortalecer la seguridad nacional sin recurrir a la guerra. Semejante audacia es necesaria ahora en las negociaciones sobre el programa nuclear del Irán.