WASHINGTON, D.C.—Cuando los ministros asistan este mes a la reunión de primavera del FMI, se encontrarán con una institución que ha recuperado la confianza en sí misma. La cumbre del G-20 celebrada en Londres dio un mandato reforzado al FMI, al tiempo que triplicaba sus recursos. Va a haber más financiación en condiciones favorables para los países con bajos ingresos y la liquidez internacional aumentará con una dotación de 250.000 millones de derechos especiales de giro (DEG). Se trata de un gran impulso para el FMI e infunde esperanzas a los países en ascenso y en desarrollo que se han visto gravemente afectados por una crisis originada en otras latitudes.
WASHINGTON, D.C.—Cuando los ministros asistan este mes a la reunión de primavera del FMI, se encontrarán con una institución que ha recuperado la confianza en sí misma. La cumbre del G-20 celebrada en Londres dio un mandato reforzado al FMI, al tiempo que triplicaba sus recursos. Va a haber más financiación en condiciones favorables para los países con bajos ingresos y la liquidez internacional aumentará con una dotación de 250.000 millones de derechos especiales de giro (DEG). Se trata de un gran impulso para el FMI e infunde esperanzas a los países en ascenso y en desarrollo que se han visto gravemente afectados por una crisis originada en otras latitudes.