Ahora que Alemania se prepara para elegir un nuevo canciller, los dos candidatos principales, Gerhard Schroeder y Edmund Stoiber, han mostrado estar de acuerdo en una cosa: debe reducirse el desempleo. Durante las últimas dos décadas el alto desempleo ha transformado a Europa en general y a Alemania en particular en una bomba sociológica de tiempo. ¿Qué harán los desempleados -sobre todo los que llevan largo tiempo sin trabajo y tienen sólo vagas memorias de lo que significa estar integrado al mundo del empleo- con su tiempo y consigo mismos? ¿Qué sucederá con la confianza que se le tiene a los gobiernos que no pueden resolver el problema?
Ahora que Alemania se prepara para elegir un nuevo canciller, los dos candidatos principales, Gerhard Schroeder y Edmund Stoiber, han mostrado estar de acuerdo en una cosa: debe reducirse el desempleo. Durante las últimas dos décadas el alto desempleo ha transformado a Europa en general y a Alemania en particular en una bomba sociológica de tiempo. ¿Qué harán los desempleados -sobre todo los que llevan largo tiempo sin trabajo y tienen sólo vagas memorias de lo que significa estar integrado al mundo del empleo- con su tiempo y consigo mismos? ¿Qué sucederá con la confianza que se le tiene a los gobiernos que no pueden resolver el problema?