CAMBRIDGE – Hubo un perro que no ladró durante la crisis financiera: el proteccionismo. Pese al mucho griterío habido al respecto, los gobiernos han impuesto, en realidad, extraordinariamente pocos obstáculos comerciales a las importaciones. De hecho, la economía mundial sigue tan abierta como antes de la crisis.
CAMBRIDGE – Hubo un perro que no ladró durante la crisis financiera: el proteccionismo. Pese al mucho griterío habido al respecto, los gobiernos han impuesto, en realidad, extraordinariamente pocos obstáculos comerciales a las importaciones. De hecho, la economía mundial sigue tan abierta como antes de la crisis.