¿Es hoy la división entre chiíes y suníes en el Oriente Próximo más profunda que el antagonismo entre Israel y los árabes? Se podría pensar eso, dada la respuesta de algunos gobiernos árabes a la decisión de Hizbulah de atacar a Israel. Incluso en momentos que las bombas israelíes caían sobre Beirut y Tiro, Arabia Saudita, quizás el país árabe musulmán más conservador de todos, condenó abiertamente las acciones de Hizbulah, que es una organización shií, por instigar el conflicto con Israel. Nunca antes en la historia del conflicto árabe-israelí un estado que se considera líder de los pueblos musulmanes árabes había respaldado a Israel tan abiertamente.
¿Es hoy la división entre chiíes y suníes en el Oriente Próximo más profunda que el antagonismo entre Israel y los árabes? Se podría pensar eso, dada la respuesta de algunos gobiernos árabes a la decisión de Hizbulah de atacar a Israel. Incluso en momentos que las bombas israelíes caían sobre Beirut y Tiro, Arabia Saudita, quizás el país árabe musulmán más conservador de todos, condenó abiertamente las acciones de Hizbulah, que es una organización shií, por instigar el conflicto con Israel. Nunca antes en la historia del conflicto árabe-israelí un estado que se considera líder de los pueblos musulmanes árabes había respaldado a Israel tan abiertamente.