BERKELEY – Desde 2003, he estado diciendo que la economía mundial está gravemente desequilibrada y vulnerable ante una catástrofe macroeconómica que provocaría uno de los peores episodios de dificultades económicas de los tiempos modernos. Desde 2004 he estado diciendo que la situación, una vez desencadenada, probablemente se despejaría al cabo de un año: sabríamos si la economía mundial se enderezaría o iniciaría un descenso en espiral. En el período 2004-2007, me pareció que podía estar equivocado respecto de una resolución rápida de las dificultades económicas del mundo: como dijo el difunto Rudi Dornbusch, los desequilibrios macroeconómicos insostenibles pueden mantenerse durante más tiempo del que los economistas (con su conmovedora fe en la racionalidad de la adopción de decisiones humana) consideran posible.
BERKELEY – Desde 2003, he estado diciendo que la economía mundial está gravemente desequilibrada y vulnerable ante una catástrofe macroeconómica que provocaría uno de los peores episodios de dificultades económicas de los tiempos modernos. Desde 2004 he estado diciendo que la situación, una vez desencadenada, probablemente se despejaría al cabo de un año: sabríamos si la economía mundial se enderezaría o iniciaría un descenso en espiral. En el período 2004-2007, me pareció que podía estar equivocado respecto de una resolución rápida de las dificultades económicas del mundo: como dijo el difunto Rudi Dornbusch, los desequilibrios macroeconómicos insostenibles pueden mantenerse durante más tiempo del que los economistas (con su conmovedora fe en la racionalidad de la adopción de decisiones humana) consideran posible.