CLAREMONT, CALIFORNIA – A medida que continúan los juicios simulados, el dramatismo que tiene como figura a Bo Xilai, el otrora arrogante experto en medios, ex dirigente en Chongqing del Partido Comunista Chino (PCC), entró insólitamente en el terreno de la improvisación. Antes de que empezaran los procesos, la sabiduría popular decía que el juicio de Bo se había preparado y ensayado cuidadosamente a fin de presentar a un penitente desesperado que confesaba sus faltas y pedía perdón al Partido.
CLAREMONT, CALIFORNIA – A medida que continúan los juicios simulados, el dramatismo que tiene como figura a Bo Xilai, el otrora arrogante experto en medios, ex dirigente en Chongqing del Partido Comunista Chino (PCC), entró insólitamente en el terreno de la improvisación. Antes de que empezaran los procesos, la sabiduría popular decía que el juicio de Bo se había preparado y ensayado cuidadosamente a fin de presentar a un penitente desesperado que confesaba sus faltas y pedía perdón al Partido.