WASHINGTON, DC – Desde que se desató la crisis financiera global, la «banca» se ha convertido prácticamente en una mala palabra. Pero, aunque los bancos indudablemente tienen capacidad para infligir graves daños a las economías y el sustento de las personas, un sistema financiero bien administrado puede ofrecer importantes beneficios. Un creciente cuerpo de evidencia, resaltado en el reciente Informe sobre el desarrollo financiero mundial del Grupo del Banco Mundial, muestra que las instituciones y los mercados financieros tienen una profunda influencia sobre el desarrollo económico, el alivio de la pobreza y la estabilidad de las economías en todo el mundo, y que se justifica una evaluación pragmática del rol del estado en las finanzas.
WASHINGTON, DC – Desde que se desató la crisis financiera global, la «banca» se ha convertido prácticamente en una mala palabra. Pero, aunque los bancos indudablemente tienen capacidad para infligir graves daños a las economías y el sustento de las personas, un sistema financiero bien administrado puede ofrecer importantes beneficios. Un creciente cuerpo de evidencia, resaltado en el reciente Informe sobre el desarrollo financiero mundial del Grupo del Banco Mundial, muestra que las instituciones y los mercados financieros tienen una profunda influencia sobre el desarrollo económico, el alivio de la pobreza y la estabilidad de las economías en todo el mundo, y que se justifica una evaluación pragmática del rol del estado en las finanzas.