BOSTON – «Lo que antes era herejía hoy se sostiene como ortodoxia», John Maynard Keynes observó en 1944, después de ayudar a convencer a los líderes del mundo para que el recién instaurado Fondo Monetario Internacional permitiese que la regulación de los flujos financieros internacionales se conservase como un derecho central de sus estados miembros. Para la década de 1970, sin embargo, el FMI y las potencias occidentales comenzaron a desmantelar la teoría y la práctica de la regulación de los flujos mundiales de capital. En la década de 1990, el Fondo llegó incluso a cambiar sus Artículos de Acuerdo para ordenar la desregulación de las finanzas transfronterizas.
BOSTON – «Lo que antes era herejía hoy se sostiene como ortodoxia», John Maynard Keynes observó en 1944, después de ayudar a convencer a los líderes del mundo para que el recién instaurado Fondo Monetario Internacional permitiese que la regulación de los flujos financieros internacionales se conservase como un derecho central de sus estados miembros. Para la década de 1970, sin embargo, el FMI y las potencias occidentales comenzaron a desmantelar la teoría y la práctica de la regulación de los flujos mundiales de capital. En la década de 1990, el Fondo llegó incluso a cambiar sus Artículos de Acuerdo para ordenar la desregulación de las finanzas transfronterizas.