Borís Yeltsin fue absolutamente excepcional. Fue el primer dirigente de Rusia elegido democráticamente y también el primer dirigente ruso que cedió el poder voluntaria y constitucionalmente a un sucesor, pero también fue un dirigente ruso profundamente característico. Pedro el Grande, Catalina la Grande, Alejandro II, Peter Stolypin (primer ministro del último zar), Lenin y Stalin, recurriendo, todos ellos, a diversas combinaciones de carisma, habilidad política y terror, intentaron hacer de Rusia no sólo una gran potencia militar, sino también una igual, económica y culturalmente, de Occidente.
Borís Yeltsin fue absolutamente excepcional. Fue el primer dirigente de Rusia elegido democráticamente y también el primer dirigente ruso que cedió el poder voluntaria y constitucionalmente a un sucesor, pero también fue un dirigente ruso profundamente característico. Pedro el Grande, Catalina la Grande, Alejandro II, Peter Stolypin (primer ministro del último zar), Lenin y Stalin, recurriendo, todos ellos, a diversas combinaciones de carisma, habilidad política y terror, intentaron hacer de Rusia no sólo una gran potencia militar, sino también una igual, económica y culturalmente, de Occidente.