Hay dos países -China y Estados Unidos- que siguen apartados de los esfuerzos globales para crear un nuevo marco post-Kyoto del cambio climático. Hace cincuenta años, el resto del mundo podría haber continuado tratando de resolver el problema de las emisiones de gas convencional y de efecto invernadero y dejado que China y Estados Unidos se pudrieran en sus propios desperdicios. Pero el mundo ahora es tan interdependiente que lo que pasa en un lugar afecta a todos los demás.
Hay dos países -China y Estados Unidos- que siguen apartados de los esfuerzos globales para crear un nuevo marco post-Kyoto del cambio climático. Hace cincuenta años, el resto del mundo podría haber continuado tratando de resolver el problema de las emisiones de gas convencional y de efecto invernadero y dejado que China y Estados Unidos se pudrieran en sus propios desperdicios. Pero el mundo ahora es tan interdependiente que lo que pasa en un lugar afecta a todos los demás.