CAMBRIDGE- El estallido de la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos en el verano de 2006 desencadenó la crisis y la recesión financieras globales. La abrupta caída de los precios de la vivienda que le sucedió causó un descenso espectacular en el patrimonio de las unidades familiares, lo que condujo a un menor gasto en el consumo y a una disminución global del PIB. En estos momentos, el patrimonio en la forma de viviendas propias ha disminuido aproximadamente en un 30%, lo que equivale a pérdidas de más de 6 billones de dólares en la riqueza de las unidades familiares.
CAMBRIDGE- El estallido de la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos en el verano de 2006 desencadenó la crisis y la recesión financieras globales. La abrupta caída de los precios de la vivienda que le sucedió causó un descenso espectacular en el patrimonio de las unidades familiares, lo que condujo a un menor gasto en el consumo y a una disminución global del PIB. En estos momentos, el patrimonio en la forma de viviendas propias ha disminuido aproximadamente en un 30%, lo que equivale a pérdidas de más de 6 billones de dólares en la riqueza de las unidades familiares.