CAMBRIDGE – En la primera mitad del siglo pasado, Europa se hizo pedazos en dos guerras y destruyó su papel fundamental en la política mundial. En la segunda mitad del siglo, unos dirigentes con amplitud de miras renunciaron a la venganza y fueron construyendo poco a poco las instituciones de la integración europea. La idea de que Francia y Alemania vuelvan a enfrentarse en combates parece imposible y el desarrollo de la Unión Europea ha intensificado en gran medida el atractivo de Europa y el poder blando en el mundo. Lamentablemente, ahora se está poniendo en entredicho ese histórico logro.
CAMBRIDGE – En la primera mitad del siglo pasado, Europa se hizo pedazos en dos guerras y destruyó su papel fundamental en la política mundial. En la segunda mitad del siglo, unos dirigentes con amplitud de miras renunciaron a la venganza y fueron construyendo poco a poco las instituciones de la integración europea. La idea de que Francia y Alemania vuelvan a enfrentarse en combates parece imposible y el desarrollo de la Unión Europea ha intensificado en gran medida el atractivo de Europa y el poder blando en el mundo. Lamentablemente, ahora se está poniendo en entredicho ese histórico logro.