PRINCETON – El mundo debería estar preocupado. Es muy posible que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y los congresistas republicanos no lleguen a un acuerdo antes del primero de enero, fecha en que deben entrar en vigor una serie de recortes de gastos y aumentos de impuestos. Los mercados globales miran con nerviosismo, porque entienden bien el riesgo que supone que Estados Unidos se despeñe por el “abismo fiscal”: en ese caso, tanto el país como el resto del mundo pueden caer en una nueva recesión.
PRINCETON – El mundo debería estar preocupado. Es muy posible que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y los congresistas republicanos no lleguen a un acuerdo antes del primero de enero, fecha en que deben entrar en vigor una serie de recortes de gastos y aumentos de impuestos. Los mercados globales miran con nerviosismo, porque entienden bien el riesgo que supone que Estados Unidos se despeñe por el “abismo fiscal”: en ese caso, tanto el país como el resto del mundo pueden caer en una nueva recesión.