Una de las afirmaciones más extrañas que se hacen en los debates sobre la seguridad social que actualmente se dan en los países más ricos del mundo es que los programas de pensiones de beneficios definidos financiados por los gobiernos (como el sistema de seguridad social de Estados Unidos) están pasados de moda. Se dice que esos programas estaban bien para la economía industrial de la Gran Depresión y la generación posterior a la Segunda Guerra Mundial, pero que ya son obsoletos en la economía post-industrial, de alta tecnología y conectada por la red de nuestros días.
Una de las afirmaciones más extrañas que se hacen en los debates sobre la seguridad social que actualmente se dan en los países más ricos del mundo es que los programas de pensiones de beneficios definidos financiados por los gobiernos (como el sistema de seguridad social de Estados Unidos) están pasados de moda. Se dice que esos programas estaban bien para la economía industrial de la Gran Depresión y la generación posterior a la Segunda Guerra Mundial, pero que ya son obsoletos en la economía post-industrial, de alta tecnología y conectada por la red de nuestros días.