La influencia francesa en Europa está decayendo y el Presidente Jacques Chirac es en gran medida el responsable. Siguió la opción correcta antes de la guerra del Iraq -la intervención de los Estados Unidos nunca estuvo justificada y ha resultado un fracaso terrible-, por lo que sintonizó con una oposición en ascenso, europea e incluso mundial, al gobierno de Bush, pero no ha conseguido transformar su posición para que fuera la de un liderazgo permanente.
La influencia francesa en Europa está decayendo y el Presidente Jacques Chirac es en gran medida el responsable. Siguió la opción correcta antes de la guerra del Iraq -la intervención de los Estados Unidos nunca estuvo justificada y ha resultado un fracaso terrible-, por lo que sintonizó con una oposición en ascenso, europea e incluso mundial, al gobierno de Bush, pero no ha conseguido transformar su posición para que fuera la de un liderazgo permanente.