NUEVA YORK – Desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha aumentado la apertura comercial y financiera de la economía global, gracias a instituciones como el Fondo Monetario Internacional y a rondas sucesivas de liberalización que empezaron en 1947 con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). Al mismo tiempo, el colonialismo se derrumbó y ahora estamos a poco más de la mitad de un proceso de modernización que durará un siglo para muchos de los países en desarrollo que surgieron. Pero, ¿adónde ha conducido ese proceso, adónde nos lleva ahora y, tal vez lo más importante, cómo podemos influir en su curso?
NUEVA YORK – Desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha aumentado la apertura comercial y financiera de la economía global, gracias a instituciones como el Fondo Monetario Internacional y a rondas sucesivas de liberalización que empezaron en 1947 con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). Al mismo tiempo, el colonialismo se derrumbó y ahora estamos a poco más de la mitad de un proceso de modernización que durará un siglo para muchos de los países en desarrollo que surgieron. Pero, ¿adónde ha conducido ese proceso, adónde nos lleva ahora y, tal vez lo más importante, cómo podemos influir en su curso?