NUEVA YORK – La crisis de la eurozona está a punto de alcanzar el clímax. Grecia ya es insolvente. Portugal e Irlanda vieron hace poco sus bonos degradados a la condición de basura. España todavía puede perder acceso a los mercados, conforme a sus penurias fiscales y financieras se le añade la incertidumbre política. Italia enfrenta una presión financiera rampante.
NUEVA YORK – La crisis de la eurozona está a punto de alcanzar el clímax. Grecia ya es insolvente. Portugal e Irlanda vieron hace poco sus bonos degradados a la condición de basura. España todavía puede perder acceso a los mercados, conforme a sus penurias fiscales y financieras se le añade la incertidumbre política. Italia enfrenta una presión financiera rampante.