Entre los efectos que se tenía la esperanza de lograr con la introducción física del Euro se encuentran una mayor transparencia de las diferencias entre los precios al menudeo de los distintos países y una subsecuente presión para ecualizarlos. El argumento para esto último es simple: al eliminar las monedas nacionales y tener todos los precios en euros, ¿cómo es posible que los autos o las hogazas de pan similares tengan precios distintos en cada lado de una frontera? La presión para comprar en donde los precios son bajos y vender o, por lo menos, no comprar en donde los precios son altos, será formidable.
Entre los efectos que se tenía la esperanza de lograr con la introducción física del Euro se encuentran una mayor transparencia de las diferencias entre los precios al menudeo de los distintos países y una subsecuente presión para ecualizarlos. El argumento para esto último es simple: al eliminar las monedas nacionales y tener todos los precios en euros, ¿cómo es posible que los autos o las hogazas de pan similares tengan precios distintos en cada lado de una frontera? La presión para comprar en donde los precios son bajos y vender o, por lo menos, no comprar en donde los precios son altos, será formidable.