COPENHAGUE – Hasta el momento, los líderes europeos han estado sobre todo preocupados de encontrar respuestas nacionales a la crisis económica global. En particular, los líderes de la "Vieja Europa" se han mostrado renuentes a abrir el bolsillo para los países de la “Nueva Europa”. Si esta actitud termina imponiéndose, existe el serio peligro de que el Proyecto Europeo llegue a un punto de parálisis, lo que no sólo retardará la reanudación del crecimiento económico sino que tendrá además graves consecuencias políticas.
COPENHAGUE – Hasta el momento, los líderes europeos han estado sobre todo preocupados de encontrar respuestas nacionales a la crisis económica global. En particular, los líderes de la "Vieja Europa" se han mostrado renuentes a abrir el bolsillo para los países de la “Nueva Europa”. Si esta actitud termina imponiéndose, existe el serio peligro de que el Proyecto Europeo llegue a un punto de parálisis, lo que no sólo retardará la reanudación del crecimiento económico sino que tendrá además graves consecuencias políticas.