PRINCETON.– El año pasado comenté a una colega que incluiría el tema de la ética de Internet en un curso que estaba dictando. Me sugirió que leyese una antología recientemente publicada sobre ética informática, y adjuntó el libro completo en su mensaje de correo electrónico.
PRINCETON.– El año pasado comenté a una colega que incluiría el tema de la ética de Internet en un curso que estaba dictando. Me sugirió que leyese una antología recientemente publicada sobre ética informática, y adjuntó el libro completo en su mensaje de correo electrónico.