BRUSELAS - Dos lecciones han surgido de la crisis financiera de Europa. La primera es que no hay sustituto para la acción oportuna y coordinada cuando la moneda única se encuentra bajo presión. En segundo lugar, todos los países de la eurozona están en el mismo barco. Si el barco se desfonda, todos se hunden.
BRUSELAS - Dos lecciones han surgido de la crisis financiera de Europa. La primera es que no hay sustituto para la acción oportuna y coordinada cuando la moneda única se encuentra bajo presión. En segundo lugar, todos los países de la eurozona están en el mismo barco. Si el barco se desfonda, todos se hunden.