Los riesgos hídricos en aumento

WASHINGTON, DC – En estos días, el agua nunca está ausente de las noticias. Este verano, el norte de la India experimentó una de sus temporadas de monzones más fuertes en 80 años, dejando más de 800 muertos y obligando a otras 100.000 a abandonar sus hogares. Mientras tanto, Europa Central enfrentó sus peores inundaciones en décadas, después de que intensas lluvias elevaran el caudal de grandes ríos como el Elba y el Danubio. En Estados Unidos, casi la mitad del país sigue sufriendo un periodo de sequía, mientras que las fuertes precipitaciones han batido récords en el noreste, devastando los cultivos en el sur y ahora inundando Colorado.

Las empresas están empezando a tomar consciencia de los crecientes riesgos que el agua -ya sea por exceso o escasez- puede representar para sus operaciones y utilidades. En el Foro Económico Mundial de Davos de este año, los expertos nombraron los riesgos hídricos como uno de los cuatro principales que enfrentan las empresas en el siglo XXI. Del mismo modo, el 53% de las empresas encuestadas por el Carbon Disclosure Project afirmaron que los problemas relacionados con el agua ya les estaban afectando, en forma de daños a la propiedad, precios más elevados, mala calidad del agua, interrupciones en las operaciones y perturbaciones de la cadena de suministro.

Los costos van en aumento. Deutsche Bank Securities estima que la reciente sequía de EE.UU., que afectó a casi dos tercios de los 48 estados inferiores del país, reducirá el crecimiento del PIB en aproximadamente un punto porcentual. El cambio climático, el crecimiento demográfico y otros factores están elevando los riesgos. El veinte por ciento del PIB mundial ya se produce en zonas con escasez de agua. Según el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), a menos que el agua se gestione de manera más sostenible, la proporción podría llegar al 45% en 2050, poniendo en peligro una parte significativa de la producción económica mundial.

Las empresas saben que las buenas estrategias de gestión de riesgos dependen de datos sólidos. Cuando se trata de riesgos financieros, los analistas de datos tienen acceso a grandes cantidades de información. Pero no ha sido el caso con el agua, al menos hasta ahora.

El World Resources Institute ha trabajado en conjunto con empresas como Goldman Sachs, General Electric y Shell para desarrollar una plataforma en línea, llamado Aqueduct, para ayudar a medir y mapear los riesgos hídricos. Aqueduct utiliza datos y técnicas de modelización de vanguardia para ofrecer una rica y detallada imagen de los riesgos hídrios en todo el mundo. Gracias a esta información, las empresas pueden tomar decisiones mejores y más informadas.

Por ejemplo, CERES, una organización sin fines de lucro, ha combinado los mapas de escasez de agua de Aqueduct con datos de fracturamiento hidráulico (de FracFocus.org) para encontrar que casi la mitad del petróleo de esquisto y de los pozos de gas en los EE.UU. se hallan en zonas con alto estrés hídrico. A principios del próximo año, Aqueduct ofrecerá proyecciones futuras de escasez de agua en base a los últimos análisis científicos, incluidos los efectos previstos del cambio climático.

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Las grandes empresas ya están aprovechando los datos sobre el riesgo hídrico. Por ejemplo, McDonald’s ha pedido a más de 350 de sus proveedores que le informen sobre su exposición a los riesgos hídricos, a partir de datos de Aqueduct. La incorporación del riesgo hídrico a la Scorecard Ambiental McDonald’s es un paso importante para comprometer a los proveedores no sólo con el uso eficiente del agua, sino también con su administración en general, incluida la cooperación con actores locales de las cuencas hídricas.

La empresa internacional de ropa H&M está trabajando para reducir la manera en que se afecta la calidad del agua en su cadena de suministro. A través de su Programa de Producción más Limpia, colabora con organizaciones no gubernamentales de Bangladesh y China para llevar a la práctica ahorros de costes que reduzcan el impacto de sus fábricas de tejidos en la calidad del agua local.

Del mismo modo, la empresa de bebidas SABMiller se ha propuesto reducir en un 25% la intensidad del consumo de agua de su producción de cerveza entre los años 2008 y 2015, y ahora está mejorando su capacidad de recuperación del agua de sus instalaciones en todo el planeta. A través de su Water Futures Partnership (Alianza para el Futuro del Agua), ha identificado cuáles están ubicadas en zonas que enfrentan riesgos de seguridad hídrica y creado asociaciones en las cuencas hidrográficas locales para hacerles frente.

El mensaje es claro: la gestión de riesgo hídrico está entrando a ser parte de las prácticas comunes de las grandes empresas. Más de 90 firmantes del Pacto Mundial de las Naciones Unidas (CEO Water Mandate) se han comprometido a desarrollar, implementar e informar sobre las políticas y prácticas de sostenibilidad hídrica, tanto en sus propias operaciones como en las de sus proveedores, y colaborar con grupos de interés externos para abordar los riesgos hídricos. Las grandes empresas están mostrando que todos se benefician con la gestión sostenible del agua.

Si bien tradicionalmente muchos ejecutivos han subestimado los riesgos del cambio climático y la degradación de los recursos, entender el riesgo hídrico (y actuar para reducirlo) es solo una manera en que las empresas están comenzando a integrar la gestión de los recursos naturales a su estrategia y operaciones básicas. Los líderes de negocios inteligentes están invirtiendo en nuevas herramientas que pueden proporcionar información completa y al día, y cada vez más las empresas están pasando de solo reconocer los riesgos naturales a desarrollar respuestas estratégicas para enfrentarlos.

A medida que más compañías lo hacen, los rezagados se verán ante una creciente desventaja competitiva. También tendrán que actuar antes de que debamos enfrentar los efectos de la próxima inundación o sequía.

Traducido del inglés por David Meléndez Tormen

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