BRUSELAS – En la ladera de un monte desde la que se domina la ciudad turca de Gaziantep, hay lanzamisiles Patriot que vigilan bajo el mando y el control de la OTAN. Es una de las seis baterías Patriot de tres países de la Alianza –Alemania, los Países Bajos y los Estados Unidos– que protegen a millones de personas a lo largo de la frontera sudoriental de Turquía con Siria. El despliegue demuestra el compromiso duradero de la OTAN con su misión básica: salvaguardar la seguridad de sus miembros. También demuestra que, cuando estalla una crisis, no hay substituto de la disuasión y la defensa eficaces.
BRUSELAS – En la ladera de un monte desde la que se domina la ciudad turca de Gaziantep, hay lanzamisiles Patriot que vigilan bajo el mando y el control de la OTAN. Es una de las seis baterías Patriot de tres países de la Alianza –Alemania, los Países Bajos y los Estados Unidos– que protegen a millones de personas a lo largo de la frontera sudoriental de Turquía con Siria. El despliegue demuestra el compromiso duradero de la OTAN con su misión básica: salvaguardar la seguridad de sus miembros. También demuestra que, cuando estalla una crisis, no hay substituto de la disuasión y la defensa eficaces.