BRUSELAS – La eurozona está empezando a ahogarse en un mar de pánico. El torbellino ya atrapó a Italia y España, en tanto que Bélgica se va acercando a la zona de peligro. Ahora que las aguas amenazan tragarse también a Francia, la brecha creciente entre el rendimiento de los bonos franceses y los alemanes supone una difícil prueba para la sociedad política que impulsó durante seis décadas la integración europea.
BRUSELAS – La eurozona está empezando a ahogarse en un mar de pánico. El torbellino ya atrapó a Italia y España, en tanto que Bélgica se va acercando a la zona de peligro. Ahora que las aguas amenazan tragarse también a Francia, la brecha creciente entre el rendimiento de los bonos franceses y los alemanes supone una difícil prueba para la sociedad política que impulsó durante seis décadas la integración europea.