MOSCÚ/ROMA: Durante una década el Papa Juan Pablo II ha estado volando en círculos alrededor de la Madre Rusia. Un día visita los países bálticos o su nativa Polonia; al siguiente, va a las ortodoxas Rumania y Georgia. En junio de 2001, el Papa visitará Ucrania y Armenia, ambas parte de la ex Unión Soviética y vigiladas cautelosamente por la Iglesia Ortodoxa Rusa. Karol Wojtyla, el primer Papa eslavo de la historia, ha soñado desde hace mucho con visitar Moscú. De hecho, puede ser que considere esa visita como el toque final a su largo y turbulento pontificado. Sin embargo, diez años después de la caída del comunismo, son los eclesiásticos rusos, no los políticos, quienes están poniendo obstáculos.
MOSCÚ/ROMA: Durante una década el Papa Juan Pablo II ha estado volando en círculos alrededor de la Madre Rusia. Un día visita los países bálticos o su nativa Polonia; al siguiente, va a las ortodoxas Rumania y Georgia. En junio de 2001, el Papa visitará Ucrania y Armenia, ambas parte de la ex Unión Soviética y vigiladas cautelosamente por la Iglesia Ortodoxa Rusa. Karol Wojtyla, el primer Papa eslavo de la historia, ha soñado desde hace mucho con visitar Moscú. De hecho, puede ser que considere esa visita como el toque final a su largo y turbulento pontificado. Sin embargo, diez años después de la caída del comunismo, son los eclesiásticos rusos, no los políticos, quienes están poniendo obstáculos.