El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, puede estar ganando respaldo en todo el mundo musulmán por su ferviente crítica de Estados Unidos, pero dentro de Irán, está perdiendo fuerza. Sus rivales políticos están ganando nuevas posiciones de poder, y la población está cada vez más disconforme con la continua caída de la economía.
El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, puede estar ganando respaldo en todo el mundo musulmán por su ferviente crítica de Estados Unidos, pero dentro de Irán, está perdiendo fuerza. Sus rivales políticos están ganando nuevas posiciones de poder, y la población está cada vez más disconforme con la continua caída de la economía.