BERLÍN – El estallido de las revueltas árabes entre finales de 2010 y principios de 2011 puso las relaciones de poder entre los países de Medio Oriente en un cambio constante, y así han surgido ganadores y perdedores. Sin embargo, dado que las fortalezas y debilidades de gran parte de los actores son excesivamente contingentes, el equilibrio regional de poder sigue siendo muy variable.
BERLÍN – El estallido de las revueltas árabes entre finales de 2010 y principios de 2011 puso las relaciones de poder entre los países de Medio Oriente en un cambio constante, y así han surgido ganadores y perdedores. Sin embargo, dado que las fortalezas y debilidades de gran parte de los actores son excesivamente contingentes, el equilibrio regional de poder sigue siendo muy variable.