La presión internacional impulsó a Guatemala a convertirse en una democracia y también apoyó los Acuerdos de Paz de 1996 que pusieron fin a décadas de guerra civil. Sin embargo, para que Guatemala pueda disfrutar verdaderamente de los frutos de una nueva era, deben continuar los esfuerzos globales para ayudar a nuestro país a desarrollar el valor legal, juidicial y político que necesita para enfrentarse a su pasado.
La presión internacional impulsó a Guatemala a convertirse en una democracia y también apoyó los Acuerdos de Paz de 1996 que pusieron fin a décadas de guerra civil. Sin embargo, para que Guatemala pueda disfrutar verdaderamente de los frutos de una nueva era, deben continuar los esfuerzos globales para ayudar a nuestro país a desarrollar el valor legal, juidicial y político que necesita para enfrentarse a su pasado.