STANFORD – ¿Qué tienen en común las filtraciones de correos electrónicos poco favorecedores desde los servidores pirateados del Comité Nacional Demócrata durante la campaña presidencial del año 2016 en Estados Unidos y la ensordecedora sirena de alarma que resonó durante una hora en Dallas, Texas? Lo que tienen en común es lo mismo que vincula la amenaza nuclear de Corea del Norte con los ataques terroristas en Europa y Estados Unidos: todos estos eventos representan desventajas de distintas tecnologías que, a su vez, son extremadamente beneficiosas – estas desventajas son riesgos que exigen, cada vez con mayor intensidad, respuestas en la forma de políticas sólidas.
STANFORD – ¿Qué tienen en común las filtraciones de correos electrónicos poco favorecedores desde los servidores pirateados del Comité Nacional Demócrata durante la campaña presidencial del año 2016 en Estados Unidos y la ensordecedora sirena de alarma que resonó durante una hora en Dallas, Texas? Lo que tienen en común es lo mismo que vincula la amenaza nuclear de Corea del Norte con los ataques terroristas en Europa y Estados Unidos: todos estos eventos representan desventajas de distintas tecnologías que, a su vez, son extremadamente beneficiosas – estas desventajas son riesgos que exigen, cada vez con mayor intensidad, respuestas en la forma de políticas sólidas.