LONDRES – Cuando hablaba en los tiempos económicos más felices de 2005, Mervyn King –entonces y ahora gobernador del Banco de Inglaterra- acentuaba la importancia de afianzar las expectativas públicas de una inflación baja y estable. Advertía que “si uno deja que las expectativas inflacionarias se alejen demasiado del objetivo, se puede terminar en serias dificultades y con un proceso costoso para retrotraerlas”. King ahora debe ser un hombre preocupado.
LONDRES – Cuando hablaba en los tiempos económicos más felices de 2005, Mervyn King –entonces y ahora gobernador del Banco de Inglaterra- acentuaba la importancia de afianzar las expectativas públicas de una inflación baja y estable. Advertía que “si uno deja que las expectativas inflacionarias se alejen demasiado del objetivo, se puede terminar en serias dificultades y con un proceso costoso para retrotraerlas”. King ahora debe ser un hombre preocupado.