GINEBRA – Cuando los responsables de las políticas financieras intentan promover el crecimiento económico, casi invariablemente se centran en buscar nuevas maneras de liberar capital. Pero, si bien esta estrategia puede haber funcionado en el pasado, existe el riesgo de que no se le preste la atención que merece al papel que juega el talento a la hora de generar y concretar las ideas que hacen posible el crecimiento. De hecho, en un futuro de cambio tecnológico rápido y de automatización generalizada, es menos probable que el factor determinante -o el límite incapacitante- para la innovación, la competitividad y el crecimiento sea la disponibilidad de capital que la existencia de una fuerza de trabajo calificada.
GINEBRA – Cuando los responsables de las políticas financieras intentan promover el crecimiento económico, casi invariablemente se centran en buscar nuevas maneras de liberar capital. Pero, si bien esta estrategia puede haber funcionado en el pasado, existe el riesgo de que no se le preste la atención que merece al papel que juega el talento a la hora de generar y concretar las ideas que hacen posible el crecimiento. De hecho, en un futuro de cambio tecnológico rápido y de automatización generalizada, es menos probable que el factor determinante -o el límite incapacitante- para la innovación, la competitividad y el crecimiento sea la disponibilidad de capital que la existencia de una fuerza de trabajo calificada.