Para los ocho países post-comunistas que la UE promete admitir en 2004, unirse a su Unión Económica y Monetaria (UEM) tiene vinculada una obligación.
A diferencia del Reino Unido o Dinamarca, los nuevos miembros no pueden negarse a adoptar el euro.
Sólo pueden controlar cuándo lo harán, lo que en principio podría ser apenas dos años después de la admisión en la UE.
Para los ocho países post-comunistas que la UE promete admitir en 2004, unirse a su Unión Económica y Monetaria (UEM) tiene vinculada una obligación. A diferencia del Reino Unido o Dinamarca, los nuevos miembros no pueden negarse a adoptar el euro. Sólo pueden controlar cuándo lo harán, lo que en principio podría ser apenas dos años después de la admisión en la UE.