BRUSELAS – La reciente decisión del gobierno suizo de retirarse de las prolongadas negociaciones para la firma de un acuerdo marco con la Unión Europea provocó una profunda crisis en la relación bilateral. Para la UE, el resultado es manejable: habrá un deterioro de la relación económica, pero no la afectará demasiado. Las consecuencias para Suiza, sin embargo, pueden ser más drásticas. Su acceso futuro al mercado único de la UE está en peligro, y es posible que la ruptura la obligue a hacerse un replanteo de la relación con el bloque, casi tan fundamental como el que tuvo que hacer el Reino Unido tras el referendo de 2016 para el Brexit.
BRUSELAS – La reciente decisión del gobierno suizo de retirarse de las prolongadas negociaciones para la firma de un acuerdo marco con la Unión Europea provocó una profunda crisis en la relación bilateral. Para la UE, el resultado es manejable: habrá un deterioro de la relación económica, pero no la afectará demasiado. Las consecuencias para Suiza, sin embargo, pueden ser más drásticas. Su acceso futuro al mercado único de la UE está en peligro, y es posible que la ruptura la obligue a hacerse un replanteo de la relación con el bloque, casi tan fundamental como el que tuvo que hacer el Reino Unido tras el referendo de 2016 para el Brexit.