ABU DHABI – Mientras los observadores internacionales concentran su atención en el papel que tiene la rivalidad entre sunitas y chiítas en la configuración de la geopolítica en el mundo islámico, las profundas grietas dentro del arco sunita, que va desde la región del Magreb-Sahel en el norte de África hasta la franja Afganistán-Pakistán, se hacen cada vez más evidentes. Además, las comunidades sunitas son las que producen los yihadistas internacionales que se han convertido en una poderosa amenaza para los Estados democráticos seculares cercanos y lejanos. ¿A qué se debe esta fragmentación y radicalización en las filas del Islam sunita y cómo puede manejarse?
ABU DHABI – Mientras los observadores internacionales concentran su atención en el papel que tiene la rivalidad entre sunitas y chiítas en la configuración de la geopolítica en el mundo islámico, las profundas grietas dentro del arco sunita, que va desde la región del Magreb-Sahel en el norte de África hasta la franja Afganistán-Pakistán, se hacen cada vez más evidentes. Además, las comunidades sunitas son las que producen los yihadistas internacionales que se han convertido en una poderosa amenaza para los Estados democráticos seculares cercanos y lejanos. ¿A qué se debe esta fragmentación y radicalización en las filas del Islam sunita y cómo puede manejarse?