STANFORD – El ataque estadounidense que provocó la muerte de Qassem Suleimani, comandante de la Fuerza Quds iraní, fue indudablemente una importante escalada en el largo conflicto entre ambos países. Pero no implica necesariamente el inicio de la Tercera Guerra Mundial (como algunos analistas ya predicen). Además, aunque Estados Unidos haya conseguido una ventaja táctica inmediata con el asesinato de Suleimani, lo sucedido puede terminar siendo de provecho para el régimen iraní.
STANFORD – El ataque estadounidense que provocó la muerte de Qassem Suleimani, comandante de la Fuerza Quds iraní, fue indudablemente una importante escalada en el largo conflicto entre ambos países. Pero no implica necesariamente el inicio de la Tercera Guerra Mundial (como algunos analistas ya predicen). Además, aunque Estados Unidos haya conseguido una ventaja táctica inmediata con el asesinato de Suleimani, lo sucedido puede terminar siendo de provecho para el régimen iraní.